don antonio moron, meparece que vd es un poquito enzarzador poque que no seatreve adar la cara aviertamente, por fabor si leda miedo la sangre mantengase detras de la barrera, y sobretodo nosemeta conmitropa. floreal. un abrazo.
Me cago en diez y rediez,
este hombre no claudica,
eso es que algo teme;
o es que el culo le pica.
Mire usted señor Francés:
Con esto de la crisis
es que no vale la pena
ni remover a mis tropas
ni remover mi melena.
Ahora bien, como siga usted tocando los "bebes":
Arrasaré con mis huestes,
no cesaré un instante;
le temblarán las canillas
nada más ver mi turbante.
He dicho, y aún siendo enemigos, reciba un fuerte abrazo.
este hombre no claudica,
eso es que algo teme;
o es que el culo le pica.
Mire usted señor Francés:
Con esto de la crisis
es que no vale la pena
ni remover a mis tropas
ni remover mi melena.
Ahora bien, como siga usted tocando los "bebes":
Arrasaré con mis huestes,
no cesaré un instante;
le temblarán las canillas
nada más ver mi turbante.
He dicho, y aún siendo enemigos, reciba un fuerte abrazo.
¡que bien, que suerte, que el califa esté de nuestra parte ¡pa que usted se entere, señor generalillo.
besos
besos
Mayte, te equivocas. El supuesto califa no tiene ni un solo soldado (todos fueron expulsados en 1492) y más que una ayuda es un estorbo. Sin embargo nuestro ejército va creciendo más cada día, así que te recomiendo que vuelvas al nido del General, y así de paso comerás paella.
Besotes.
Besotes.
A esto se le llama guerra psicológica, pero no vas a poder conmigo. El califa es una valiosísima aportación a nuestra causa. En cuanto a la paella, ahí está la dama doña paquilla que, además de que cualquier día nos va a "atizar" un palo a ambos (generalucho y dama doña mayte la del francés), pasa de guerras y manda en todo lo que ella quiere así que si voy me pone la paella.
besos
besos
Mayte, lo de Marce es pura demagogía. A los KALIFAS nadie los expulsó. Ahí están con sus palacetes, sus dólares y sus barriles de petróleo. Es por ello que el pirata Marce ha querido emularlos construyéndose un palacete en la muy señorial Mestanza donde, a buen seguro, su Princesa Pili le elaborará buenas migas y ricas paellas que él degustará con inusitado deleite. Lo demás son pamplinas para desgastar al adversario.