ANECDOTAS
Toda anécdota, está basada en un suceso real y curioso, relatado con fidelidad y que si conocemos a los protagonistas, nos causará más interés y gracia.
Los personajes de esta anécdota, son muy conocidos y queridos por todos, pero desgraciadamente, ya no estan con nosotros.
Como me lo contaron. os lo cuento, pero desde luego sin la gracia que, Benicio Adán, Rafael Expósito y "El Chato", con sus carismas personales sabian comunicar.
LOS TRES ROMEROS
Estaba próxima la romeria de la Virgen de la Cabeza y nuestros amigos deciden ir la víspera, para pasar el "trasnoche", ya que habian oido, que durante ella solian ocurrir hechos extraños. Parten a primera hora de la tarde en sus motos, el Chato va de paquete con Benicio.
Cuando llegan al Santuario, ya hay numerosos romeros, que entre canciones y vivas, pronto contagian de alegría a nuestros paisanos..... Se pierden entre el bullicio y entre trago y trago, cae la tarde. Siguen los ¡vivas ¡y tragos....... y llega la noche. Es entonces cuando el Chato, con esa simpatía, interés y misterio que sabia dar a sus palabras, bajando la voz les dice: "Ahora viene lo bueno, nos vamos a retirar del gentio, hasta los primeros pinos y matas y alli, nos ponemos en "cuclillas", como si estubieramos "giñando". ¡Pero atentos..... ¡Que aqui se liga en la obscuridad y en el silencio.. Seguidme, uno a mi derecha y otro a mi izquierda. Le siguen y permanecen en las posturas descritas un buen rato, hasta que el Chato se incorpora y les dice "Vamos quizás sea muy temprano". Vuelven a la explanada y al bullicio, pasado un buen rato, el Chato les anima ir otra vez a las "matas". Ahora vereis que este método no falla, pero...... ¡Falló ¡. Ya estaban en el tercer intento, cuando Benicio que estaba muy próximo al Chato, percibe un olor no precisamente de tomillo ni de romero, y un ruido que lo delata, se incorpora rapidamente y le dice " ME CAGO EN LA LECHA CHATO, tienes diarrea y nos hace que te acompañemos porque te da miedo venir solo". La verdad es que si. responde el Chato, el vientre se me solto con los traqueteos de la moto y aqui en la sierra hay muchas alimañas.....
Asi terminó aquel trasnoche, no comprendiendo como pudieron hacerle caso, pero... ¡lo decía tan serio y con tanto misterio.... ¡
Esto me recuerda a un pasaje del Quijote, la aventura de los batanes, en la en la que Sancho, en situación análoga ante el ruido que producía en la noche unos batanes (mazos hidráulicos), bajandose los calzones se alivia. Don Quijote le dice, tienes nucho miedo Sancho. Si lo tengo, respondió. pero en que lo ha hecho ver vuestra merced. En que ahora mas que nunca hueles y no a ámbar precisamente.
Saludos: Adolfo del Cacho
Toda anécdota, está basada en un suceso real y curioso, relatado con fidelidad y que si conocemos a los protagonistas, nos causará más interés y gracia.
Los personajes de esta anécdota, son muy conocidos y queridos por todos, pero desgraciadamente, ya no estan con nosotros.
Como me lo contaron. os lo cuento, pero desde luego sin la gracia que, Benicio Adán, Rafael Expósito y "El Chato", con sus carismas personales sabian comunicar.
LOS TRES ROMEROS
Estaba próxima la romeria de la Virgen de la Cabeza y nuestros amigos deciden ir la víspera, para pasar el "trasnoche", ya que habian oido, que durante ella solian ocurrir hechos extraños. Parten a primera hora de la tarde en sus motos, el Chato va de paquete con Benicio.
Cuando llegan al Santuario, ya hay numerosos romeros, que entre canciones y vivas, pronto contagian de alegría a nuestros paisanos..... Se pierden entre el bullicio y entre trago y trago, cae la tarde. Siguen los ¡vivas ¡y tragos....... y llega la noche. Es entonces cuando el Chato, con esa simpatía, interés y misterio que sabia dar a sus palabras, bajando la voz les dice: "Ahora viene lo bueno, nos vamos a retirar del gentio, hasta los primeros pinos y matas y alli, nos ponemos en "cuclillas", como si estubieramos "giñando". ¡Pero atentos..... ¡Que aqui se liga en la obscuridad y en el silencio.. Seguidme, uno a mi derecha y otro a mi izquierda. Le siguen y permanecen en las posturas descritas un buen rato, hasta que el Chato se incorpora y les dice "Vamos quizás sea muy temprano". Vuelven a la explanada y al bullicio, pasado un buen rato, el Chato les anima ir otra vez a las "matas". Ahora vereis que este método no falla, pero...... ¡Falló ¡. Ya estaban en el tercer intento, cuando Benicio que estaba muy próximo al Chato, percibe un olor no precisamente de tomillo ni de romero, y un ruido que lo delata, se incorpora rapidamente y le dice " ME CAGO EN LA LECHA CHATO, tienes diarrea y nos hace que te acompañemos porque te da miedo venir solo". La verdad es que si. responde el Chato, el vientre se me solto con los traqueteos de la moto y aqui en la sierra hay muchas alimañas.....
Asi terminó aquel trasnoche, no comprendiendo como pudieron hacerle caso, pero... ¡lo decía tan serio y con tanto misterio.... ¡
Esto me recuerda a un pasaje del Quijote, la aventura de los batanes, en la en la que Sancho, en situación análoga ante el ruido que producía en la noche unos batanes (mazos hidráulicos), bajandose los calzones se alivia. Don Quijote le dice, tienes nucho miedo Sancho. Si lo tengo, respondió. pero en que lo ha hecho ver vuestra merced. En que ahora mas que nunca hueles y no a ámbar precisamente.
Saludos: Adolfo del Cacho
