En el recorrido no faltaban los vivas a
Santa Bárbara de doña María, la maestra, o de Juana de “Tierras”, que con voz fuerte y llena de pasión decían " ¡VIVA SANTA BÁRBARA!". ¿Quién no contestaba ante tal clamor? Todos contestaban
" ¡VIVA!" y así varias veces. El tronar de los cohetes y los barrenos de Alfredo se
hacían eco en todo el
pueblo. Francisco, el marido de Mercedes, la del Bulto, tuvo la
mala suerte de que un petardo le explotó en las manos y salió bastante herido.
Llegan a la boca
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