Buenos días mariano. No fue mala la tarde, no. Yo creo que todo lo que se improvisa termina, por lo general, mejor que lo programado en estos asuntos. Comimos al ire libre en una zona donde contemplábamos la nieve a menos de un kilómetro en el puerto de Piedrasluengas, con una temperatura ideal y con un cocido montañés, lechazo y un arroz con leche casero de los de antes hecho por la dueña del negocio (más de ochenta años la contemplan), y para rematar un café de puchero, tambien de los de nuestros ... (ver texto completo)
