Amo mi pueblo, pero se que en un par de años tendre que partir lejos, mi trabajo me apartara de el, de toda su gente. No se si en la gran ciudad sere feliz a pesar de todas las alternativas que me ofrece, no se si podre pasar al lado de tanta y tanta gente y no saludarles, ni tan siquiera una debil palabra, ese susurro de voz que nos dedicamos siempre los membrillatos al cruzarnos por la calle, aunque no nos conozcamos sinceramente. Llevare conmigo todos los recuerdos posibles, un cd, que a gritos desgarradores de Marmaria, Marmaria, me ha hecho llorar ya un par de veces. La politica es eso politica, aunque de ella dependa el funcionamiento de este pueblo, pero escuchad, siendo como somos, la gente de membrilla y si no cambiamos, nadie, nadie, querra salir de este pueblo de ensueño.