Y vio Fuegos que todo aquello era bueno y se alegro, bailo y bebió y derramo sobre Membrilla la Llama del Alcohol Imperecedero para disfrute de sus gentes. Y la gentes de Membrilla felices y sorprendidas del poder de Fuegos hicieron una estatua en su honor, y la llamaron “LA CAMPESINA”.
Y así comenzó el mundo.
Y así comenzó el mundo.