Treinta y trés años hace que salió de ese maravilloso pueblo este que os escribe.
Poco a poco he ido perdiendolo todo en ese pueblo. Primero los contactos, luego las casitas que con tanto trabajo y sudor construyeron mis queridos padres que también los perdí. Ahora lo único que tengo allí es alguna amistad y la tumba de mis antepasados. Pero ese pueblo, esa forma de ser de sus gentes y su sobrio paisaje lo tengo arraigado en mis huesos.
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Poco a poco he ido perdiendolo todo en ese pueblo. Primero los contactos, luego las casitas que con tanto trabajo y sudor construyeron mis queridos padres que también los perdí. Ahora lo único que tengo allí es alguna amistad y la tumba de mis antepasados. Pero ese pueblo, esa forma de ser de sus gentes y su sobrio paisaje lo tengo arraigado en mis huesos.
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