La
fachada, que data de 1760, está configurada por un gran rectángulo vertical que la abarca totalmente, coronado por un
frontón triangular. En el rectángulo se abre una
puerta de entrada enmarcada entre pilastras y dintel sobre la cual se sobreponen una
hornacina, con una imagen de la
Virgen, y una sencilla
ventana cuya función es iluminar todo el interior de la
iglesia, y más concretamente el espacio ocupado por el
coro.