Infarto medio ambiental, BRAZATORTAS

Es lamentable que en su día se consintiese este deterioro ambiental, me refiero al molino de piedra de los peñones de Brazatortas, fué una auténtica aberración. Ahora podemos observar el deterioro y como el lugar, antes idílico, se ha convertido en un basurero de escombros a doquier. Recuerdo este paraiso, donde veníamos a jugar y tomar la merienda, donde todos los lugareños lo disfrutabamos y nos llenaba de orgullo como algo especial, en su significado social y natural. No digamos del acceso, otro inconveniente, las alambradas cortan el paso por su cara sur y norte y no queda más remedio que acceder con peligro por las parte alta de las peñas. Antes era distinto, toda persona podía disfrutarlo y sentirlo como propio. El hombre ya se encarga de evitar, que todo funcione en bien del colectivo y los políticos que nos gobiernan permanecen ajenos a esta realidad, contribuyendo por el contrario a consentir un mayor deterioro. Os diré algo muy importante, todo se queda aquí, no nos llevamos nada, por mucho que lo aprovechemos, si somos capaces de entender el mensaje, es posible nuestra óptica y objetividad de la vida pueda ser diferente y seamos capaces de conceder más valor a todo lo que la madre naturaleza nos oferta.