Mal hace Miguel ángel echándole las culpas de su derrota a nadie, que no busque culpables que se mire interiormente y vea las simpatías que despierta él solito ante la gente, que eran los que lo tenían que elegir.
Su caracter altanero y despótico que no reconoce sus fallos son fruto de un despotismo sin límites y así ni ha ganado ni va a ganar nunca.
Su caracter altanero y despótico que no reconoce sus fallos son fruto de un despotismo sin límites y así ni ha ganado ni va a ganar nunca.