Esta hoguera no fue la de san Juan.
Otro de los acontecimientos desafortunados en la historia de esta villa fue la quema de los archivos municipales realizados durante la noche del 7 al 8 de mayo de 1898, tomando como achaque la subida del impuesto de consumos, que fue mal recibida por la población ya que se atravesaba por un mal momento económico. Debido a ello el pueblo se amotinó (especialmente sus mujeres) y asaltó el Ayuntamiento y el Juzgado con el Registro Civil, arrojando por los balcones a la Plaza Pública muebles, cuadros, ventanas, cortinas y cuantos documentos y libros allí había, haciendo una gran hoguera con todo ello mientras se perseguía al alcalde que pudo salvar la vida huyendo por tejados y bardas. A todo esto hay que añadir la destrucción sufrida 38 años después, durante el inicio de la Guerra Civil, donde se destruyeron imágenes (entre ellas la de su Patrona), altares y ornamentos. Estos dos acontecimientos dejaron a Argamasilla sin la mayor parte de su patrimonio histórico y artístico.
Otro de los acontecimientos desafortunados en la historia de esta villa fue la quema de los archivos municipales realizados durante la noche del 7 al 8 de mayo de 1898, tomando como achaque la subida del impuesto de consumos, que fue mal recibida por la población ya que se atravesaba por un mal momento económico. Debido a ello el pueblo se amotinó (especialmente sus mujeres) y asaltó el Ayuntamiento y el Juzgado con el Registro Civil, arrojando por los balcones a la Plaza Pública muebles, cuadros, ventanas, cortinas y cuantos documentos y libros allí había, haciendo una gran hoguera con todo ello mientras se perseguía al alcalde que pudo salvar la vida huyendo por tejados y bardas. A todo esto hay que añadir la destrucción sufrida 38 años después, durante el inicio de la Guerra Civil, donde se destruyeron imágenes (entre ellas la de su Patrona), altares y ornamentos. Estos dos acontecimientos dejaron a Argamasilla sin la mayor parte de su patrimonio histórico y artístico.