Santa Julita y San Quirico en procesión, ARGAMASILLA DE CALATRAVA

Santa Julita (o Julieta) y San Quirico (o Quirce), eran cristianos naturales de Licaonia (Asia Menor) que huyeron a Tarso cuando la persecución decretada por el emperador Diocleciano. En el año 303 el gobernador Domiciano los detuvo, condenando a la madre al suplicio en presencia de su hijo.
Éste lloraba y gritaba que era cristiano, por lo que el verdugo le arrojó violentamente al suelo muriendo de golpe; la madre, en medio del dolor, siguió confesando su fe hasta que la decapitaron.
(16 de Junio de 2012)
Santa Julia y san Quirce su hijo.