La Historia
Conociendo la historia, se puede abordar el presente, se puede valorar el pasado, pero sobre todo se generan defensas para no incurrir en los mismos errores en el futuro.
La Historia está efectivamente escrita, pero desgraciadamente no todo el mundo tiene acceso a ella. Afortunados son los que dicen conocer la historia y creen que los demás piensan sólo en el presente y en el futuro.
Esperando sirva a alguien que no esté ilustrado en el pasado o no disponga de medios o libros para ello, o quizá tenga falta de memoria y siguiendo con la historia de Almadenejos:
En las Atarazanas de Sevilla, los desatadores empacaban de nuevo el azogue, tras comprobar la carga que venía de Almadén-Almadenejos. Se hacía en tres capas concéntricas en nuevos baldeses, pero con una diferencia notable: cada baldés contenía ahora tan sólo dos arrobas o medio quintal de mercurio, es decir la mitad de peso y volumen que los baldeses de los carros que llegaban de Almaden-Almadenejos.
CARTUCHO.
Conociendo la historia, se puede abordar el presente, se puede valorar el pasado, pero sobre todo se generan defensas para no incurrir en los mismos errores en el futuro.
La Historia está efectivamente escrita, pero desgraciadamente no todo el mundo tiene acceso a ella. Afortunados son los que dicen conocer la historia y creen que los demás piensan sólo en el presente y en el futuro.
Esperando sirva a alguien que no esté ilustrado en el pasado o no disponga de medios o libros para ello, o quizá tenga falta de memoria y siguiendo con la historia de Almadenejos:
En las Atarazanas de Sevilla, los desatadores empacaban de nuevo el azogue, tras comprobar la carga que venía de Almadén-Almadenejos. Se hacía en tres capas concéntricas en nuevos baldeses, pero con una diferencia notable: cada baldés contenía ahora tan sólo dos arrobas o medio quintal de mercurio, es decir la mitad de peso y volumen que los baldeses de los carros que llegaban de Almaden-Almadenejos.
CARTUCHO.