LA TRANSHUMANCIA: Allá por los
Santos poco más o menos, por una cañada se oían cencerros, y se veían las grullas rallando el
cielo.Los
campos se alegraban al verlos de nuevo, aquellos pastores que en Mayo se fueron.Se fueron andando, igual que vinieron.Donde el
rio estrecha era el fin de la etapa, y sacando la red, la maza y estacas, pastores, pastoras,
ovejas y
cabras, la
noche pasaban.Ya bien de mañana sacaban de las árguinas aquel
pan moreno y leche de
cabra, hirviendo en el caldero la sopa serrana.
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