Consejos para injertar un cactus
Injertar una planta consiste en unir dos partes de plantas distintas para que suelden y se queden como una única. Una de las partes es el patrón o porta injerto, y es la que pone las raíces y parte del tallo. Sobre el patrón se coloca el injerto propiamente dicho.
Los cactus son unas plantas que se injertan con facilidad unas especies con otras, mientras que en las demás Plantas Crasas, es necesario que sean compatibles entre sí, generalmente especies muy cercanas o del mismo género botánico.
El injerto del cactus constituye otro método más de multiplicación, aplicable a muchísimas plantas de este grupo, alternativo a las semillas, esquejes, hijuelos o división de mata.
¿Por qué injertar?
Para ciertos tipos de cactus, como los cactus de colores (rojo, rosa, anaranjado o amarillo), el injerto es imprescindible y vital, ya que, al carecer de clorofila (pigmento verde), son incapaces de sobrevivir por sí mismos. Así, recurrimos a injertarlos sobre otro para que le suministre alimento.
Otra gran utilidad de los injertos es la de salvar un cactus cuyo tallo o raíces se estén pudriendo. Basta con cortar el tallo e injertarlo sobre un pie sano. Por esta razón, es bueno tener pies de plantas preparados por si hacen falta en cualquier momento, ante un accidente casero, por ejemplo.
Los patrones también dan a algunos tipos de cactus una mayor resistencia a la pudrición y al frío, además de servirnos para que una especie que tienda a crecer caída quede más alta y esbelta.
¿Cuándo injertar?
La mejor época para efectuar injertos es primavera y principios de verano. En pleno verano y hasta principios de otoño también se pueden hacer, pero es peor fecha. El invierno es la estación más desfavorable, puesto que se necesita que las especies estén en crecimiento activo para soldarse. Si se cuenta con un invernadero o interior para controlar la luz y la temperatura (calefacción), se amplían las posibilidades.
Injertar una planta consiste en unir dos partes de plantas distintas para que suelden y se queden como una única. Una de las partes es el patrón o porta injerto, y es la que pone las raíces y parte del tallo. Sobre el patrón se coloca el injerto propiamente dicho.
Los cactus son unas plantas que se injertan con facilidad unas especies con otras, mientras que en las demás Plantas Crasas, es necesario que sean compatibles entre sí, generalmente especies muy cercanas o del mismo género botánico.
El injerto del cactus constituye otro método más de multiplicación, aplicable a muchísimas plantas de este grupo, alternativo a las semillas, esquejes, hijuelos o división de mata.
¿Por qué injertar?
Para ciertos tipos de cactus, como los cactus de colores (rojo, rosa, anaranjado o amarillo), el injerto es imprescindible y vital, ya que, al carecer de clorofila (pigmento verde), son incapaces de sobrevivir por sí mismos. Así, recurrimos a injertarlos sobre otro para que le suministre alimento.
Otra gran utilidad de los injertos es la de salvar un cactus cuyo tallo o raíces se estén pudriendo. Basta con cortar el tallo e injertarlo sobre un pie sano. Por esta razón, es bueno tener pies de plantas preparados por si hacen falta en cualquier momento, ante un accidente casero, por ejemplo.
Los patrones también dan a algunos tipos de cactus una mayor resistencia a la pudrición y al frío, además de servirnos para que una especie que tienda a crecer caída quede más alta y esbelta.
¿Cuándo injertar?
La mejor época para efectuar injertos es primavera y principios de verano. En pleno verano y hasta principios de otoño también se pueden hacer, pero es peor fecha. El invierno es la estación más desfavorable, puesto que se necesita que las especies estén en crecimiento activo para soldarse. Si se cuenta con un invernadero o interior para controlar la luz y la temperatura (calefacción), se amplían las posibilidades.
