¡GRANDE SIEMPRE ANTONIO BURGOS!
LAS ANDREÍTAS DE ZETAPARO
> ANTONIO BURGOS
> Actualizado Sábado, 26-09-09
> Tenía pensado escribir hoy sobre la legionela, ese brote terrible en
> que hablamos de los muertos que ha habido en la Macarena con una
> frialdad cruel, como si sólo fuesen cifras de las estadísticas y no
> convecinos con nombres, apellidos, mujer, hijos, nietos, familia y
> amigos, que han fallecido en Sevilla y no en Noruega. Pero he de
> dejarlo para otro día, porque el respetable público me reclama que
> largue sobre la foto de las niñas del Conde Drácula, perdón, de las
> hijas de Zetaparo, como un lector me pone el nombre de ZP, Zetaparo,
> con una errata de las que carga el diablo y que con el tiro que se
> les escapa dan en todo el bebe.
Vista la foto del Metropolitan de Nueva York, donde las dos mocitas
> fueron de gañote en el avión oficial de papá, ahora comprendo a ZP.
> Ahora me explico que no quiera enseñar a sus niñas. Si yo fuera
> padre de esas dos criaturitas no las enseñaba por nada del mundo.
> Tapaditas en La Moncloa están más guapas. Con todos los respetos
> para las menores (los que manda la ley y unos cuantos más que les
> echo yo de cominito, no vayamos a tenerla), es natural que Zetaparo
> moviera Roma con Santiago y Efe con Zeta para que la foto de sus
> niñas no saliera en parte ninguna. Pasa con las niñas de Zetaparo lo
> mismo que con aquel alcalde de Sevilla que ya he contado, que cuando
> Franco lo nombró a dedo, sus amigorros de la tertulia del Aero
> dijeron:
> —Que Momo era tonto lo sabíamos nada más que aquí, pero ahora se va
> a enterar Sevilla entera.
> Que las niñas de Zetaparo eran dos callos horrorosos lo sabían los
> más íntimos en La Moncloa, pero ahora se ha enterado España entera.
Son de salir corriendo. Yo no sé si es porque iban vestidas de
> Jalogüín, o porque lucían el uniforme oficial de los góticos, pero
> tú te encuentras a las 12 de la noche con estas puñeteras niñas en
> una calle oscura, se te acercan, un poner, a preguntarte dónde para
> el autobús de Alcosa, y del salto que pegas del susto llegas
> corriendo a Carmona.
> Góticas. Los lectores que me piden este artículo me aseguran que son
> góticas. Vamos, como la ojiva de San Julián, pero sin el recuerdo de
> Fernando Moreno sacando el palio de La Hiniesta. O como la propia
> imagen gótica de La Hiniesta (que está por cierto en el Ayuntamiento
> y que no sé cómo no han mandado ya retirarla por la cosa del
> Nacional Agnosticismo y de quitar los crucifijos). ¡Qué ofensa para
> el arte gótico, llamar góticos a estos adefesios con botas de la
> Brigada Paracaidista en Sidi Ifni y muñequeras de levantador de
> pesos de Galisport! Por el volumen de su bulto redondo, así
> achaparrado, más que góticas me parecen románicas, que como las vea
> Brigitte Bardot, va y las protege. Pero, vale, aceptamos gótica como
> animal pinnípedo. Yo les diría algo más fuerte, pero como son
> menores, me callo.
Bueno, menores para que el padre diga que no quiere que salga su
> foto, o que las pixelen. Pero no menores para que aborten sin tener
> que decirlo a los padres. Estas son las contradicciones del sistema.
> Como la propia actitud de Zetaparo. ¿De qué ha ido en esta película
> del Mangazo de Viaje de sus Niñas Góticas? ¿De Defensor del Menor o
> de Belén Esteban? Yo creo que Zetaparo va de ambas cosas, de
> Defensor del Menor y de Belén Esteban, en una sola pieza,
> protegiendo a sus Andreítas. Porque estos dos tapones de alberca
> vestidos de «La niña de luto» sin Manolo Summers son sus Andreítas.
> Cuando llamó a la agencia Efe para censurar las fotos, seguro que
> dijo:
> —Yo es que por mis hijas ¡ma-to!, ¿me entiendes?
> Me explico, finalmente, por qué Zetaparo no quería que saliera la
> foto. No era por las niñas en sí ni por la leche que mamó la
> protección del menor. Era para que no viéramos al completo este
> retrato de familia Monster.
LAS ANDREÍTAS DE ZETAPARO
> ANTONIO BURGOS
> Actualizado Sábado, 26-09-09
> Tenía pensado escribir hoy sobre la legionela, ese brote terrible en
> que hablamos de los muertos que ha habido en la Macarena con una
> frialdad cruel, como si sólo fuesen cifras de las estadísticas y no
> convecinos con nombres, apellidos, mujer, hijos, nietos, familia y
> amigos, que han fallecido en Sevilla y no en Noruega. Pero he de
> dejarlo para otro día, porque el respetable público me reclama que
> largue sobre la foto de las niñas del Conde Drácula, perdón, de las
> hijas de Zetaparo, como un lector me pone el nombre de ZP, Zetaparo,
> con una errata de las que carga el diablo y que con el tiro que se
> les escapa dan en todo el bebe.
Vista la foto del Metropolitan de Nueva York, donde las dos mocitas
> fueron de gañote en el avión oficial de papá, ahora comprendo a ZP.
> Ahora me explico que no quiera enseñar a sus niñas. Si yo fuera
> padre de esas dos criaturitas no las enseñaba por nada del mundo.
> Tapaditas en La Moncloa están más guapas. Con todos los respetos
> para las menores (los que manda la ley y unos cuantos más que les
> echo yo de cominito, no vayamos a tenerla), es natural que Zetaparo
> moviera Roma con Santiago y Efe con Zeta para que la foto de sus
> niñas no saliera en parte ninguna. Pasa con las niñas de Zetaparo lo
> mismo que con aquel alcalde de Sevilla que ya he contado, que cuando
> Franco lo nombró a dedo, sus amigorros de la tertulia del Aero
> dijeron:
> —Que Momo era tonto lo sabíamos nada más que aquí, pero ahora se va
> a enterar Sevilla entera.
> Que las niñas de Zetaparo eran dos callos horrorosos lo sabían los
> más íntimos en La Moncloa, pero ahora se ha enterado España entera.
Son de salir corriendo. Yo no sé si es porque iban vestidas de
> Jalogüín, o porque lucían el uniforme oficial de los góticos, pero
> tú te encuentras a las 12 de la noche con estas puñeteras niñas en
> una calle oscura, se te acercan, un poner, a preguntarte dónde para
> el autobús de Alcosa, y del salto que pegas del susto llegas
> corriendo a Carmona.
> Góticas. Los lectores que me piden este artículo me aseguran que son
> góticas. Vamos, como la ojiva de San Julián, pero sin el recuerdo de
> Fernando Moreno sacando el palio de La Hiniesta. O como la propia
> imagen gótica de La Hiniesta (que está por cierto en el Ayuntamiento
> y que no sé cómo no han mandado ya retirarla por la cosa del
> Nacional Agnosticismo y de quitar los crucifijos). ¡Qué ofensa para
> el arte gótico, llamar góticos a estos adefesios con botas de la
> Brigada Paracaidista en Sidi Ifni y muñequeras de levantador de
> pesos de Galisport! Por el volumen de su bulto redondo, así
> achaparrado, más que góticas me parecen románicas, que como las vea
> Brigitte Bardot, va y las protege. Pero, vale, aceptamos gótica como
> animal pinnípedo. Yo les diría algo más fuerte, pero como son
> menores, me callo.
Bueno, menores para que el padre diga que no quiere que salga su
> foto, o que las pixelen. Pero no menores para que aborten sin tener
> que decirlo a los padres. Estas son las contradicciones del sistema.
> Como la propia actitud de Zetaparo. ¿De qué ha ido en esta película
> del Mangazo de Viaje de sus Niñas Góticas? ¿De Defensor del Menor o
> de Belén Esteban? Yo creo que Zetaparo va de ambas cosas, de
> Defensor del Menor y de Belén Esteban, en una sola pieza,
> protegiendo a sus Andreítas. Porque estos dos tapones de alberca
> vestidos de «La niña de luto» sin Manolo Summers son sus Andreítas.
> Cuando llamó a la agencia Efe para censurar las fotos, seguro que
> dijo:
> —Yo es que por mis hijas ¡ma-to!, ¿me entiendes?
> Me explico, finalmente, por qué Zetaparo no quería que saliera la
> foto. No era por las niñas en sí ni por la leche que mamó la
> protección del menor. Era para que no viéramos al completo este
> retrato de familia Monster.