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ALDEA DEL REY: A dos foristas, Saturnino Sarmiento de la Parra y El...

A dos foristas, Saturnino Sarmiento de la Parra y El Jardinero de las nubes, cuyos comentarios al Foro valoro especialmente.

Sí, amigo Saturnino, coincido totalmente contigo. Respecto al infausto asunto de las placas, ya colgué en el Foro dos comentarios, uno particularmente extenso, y que el Jardinero de las nubes, un apreciado amigo, pidió que algunos imprimieran y fotocopiaran para su posterior distribución masiva al pueblo de Aldea del Rey. En verdad que aquellos, Saturnino, que anhelan las placas desconocen las terribles consecuencias que tal proyecto depararía al pueblo de Aldea del Rey, si el mismo llegara a concretarse. Según comentarios que me han llegado, el paraje de Buenvecino parece que ya no entraría. Algo se ha avanzado. Entraría El Cortijo, que no deja de ser otra monstruosidad.

Y, ¿qué terribles consecuencias serían ésas? Desaparecerían lindes, lindazos y mojoneras. El suelo y el subsuelo quedarían embutidos de columnas de hormigón. Per secula seculorum perderían la propiedad de sus fincas. La tierra quedaría calcinada transformándose en un desierto improductivo. No existen una/unas personas físicas donde recurrir legalmente en caso de un probable y previsible fracaso o impago. Aldea del Rey se despoblaría aún más. El PIB local descendería alarmantemente, pues, los hipotéticos dineros cobrados se irían fuera. Representaría, como ya dije, una injusticia generacional. Y... muchas más que ya se han expuesto.

Recurrir a la expropiación en pueblos y localidades de esta índole, y más aún sabiendo el valor que en Aldea del Rey se le da a la propiedad familiar, generalmente transmitida de generación en generación, supondría rencillas, rencores y hasta odios imperecederos. Ése no es el camino. Evidentemente que algunos llenarán sus faltriqueras, los pícaros, los sin escrúpulos, los demagogos. Ésos que en honor del autor de <El Príncipe> se les llama maquiavélicos (= el fin justifica los medios). Los demás, los crédulos; ésos serían las víctimas.

Publicita, amigo Saturnino, tus motivaciones en el Foro. Entre otras razones, porque coincidimos en muchas cosas, enfoques, actitudes y, lo que es fundamental, el respeto. Las circunstancias de la vida nos enseñan mucho, nos hacen repensar y reconducir estilos personales, ser más humanos. Un saludo muy cordial.

En cuanto al asunto que me planteas, Jardinero de las nubes, apreciado amigo, respeto asépticamente tu opinión, que comparto... pero, no. Rechazo la monotonía y el uniformismo y, por lo tanto, valoro la diferencia, la discrepancia y la diversidad dentro del respeto. Cuando dentro del respeto se exponen razones y argumentos, el debate resulta enriquecedor recíprocamente, además de irradiarse cultura y criterios para opinar. Al leer tu comentario sobre tu opinión contraria a la mía (¿?) respecto de la monarquía, ni por asomo me vino a la mente ni a la imaginación el más mínimo ápice de emotividad hostil, ni hacia ti, ni hacia nadie. ¿Que me consideras monárquico? Las únicas razones que tengo, en caso de serlo, se refieren a las experiencias dramáticas y trágicas que tanto la Primera como la Segunda Repúblicas depararon al pueblo español. Tanto en el primer caso como en el segundo, la República fue víctima de la República. El peor enemigo de la República fue la propia República. Existe cuantiosísima bibliografía al respecto, tanto de republicanos como de no republicanos que afirman y se reafirman en esta tesis. Ésas y no otras podrían ser mis razones. Para mí, amigo Jardinero, esa experiencia tan nefasta me hace concebir la monarquía, esta monarquía parlamentaria, no la de Fernando VII El Deseado y similares, como institución garante de estabilidad, al menos para España, por las razones expuestas.

Ya te dije, amigo Jardinero, porque también discrepabas conmigo respecto al lenguaje bíblico; que la Biblia es historia interpretada, que su lenguaje es alegórico, simbólico, poético y narrativo, y que esa “historia” está escrita con intención teológica. Pero, los autores de los textos bíblicos, 73 en total, aunque inspirados en el fondo por Dios, en la forma, estilo de redacción, vocablos utilizados, controversias habidas, intención, etc., eran hombres quienes los escribieron. El útil usado en la escritura no lo movía Dios sino el hombre. En la mayoría de los casos Dios intervenía a través de los profetas, caso de Samuel, pero esos profetas eran hombres... con sus limitaciones, pasiones, preferencias, intenciones, filias y fobias. En 1 Sam 8, pasaje del AT que me citas, amigo Jardinero; Dios a través de su profeta, manifiesta que el Rey por excelencia es Él, que no nos cobra impuestos. Eso es lo nuclear del mismo. Pero, como dice la Escuela Teológica de Tubinga, es el <Sitz im Leben> (= contexto vital) donde hay que leer, releer e interpretar la “historia” de la Biblia. Aquellos hechos acaecieron, pero el autor, que es muy posterior a los mismos, retroproyectando, les da una lectura y enfoque acorde con el hilo conductor de la Historia de la Salvación. A Dios y tú lo sabes bien, le da igual república que monarquía, lo que pretende es que tengamos claro, de acuerdo con el contexto histórico-político-social, es que quien orienta con fidelidad y sin egoísmos es Él. A Él es a quien debemos veneración. No, no está reñido ser republicano ni cristiano, al igual que no lo está ser monárquico y cristiano. Jesús nunca se decantó ni por unos ni por otros, sus opciones fueron el Padre, el Reino y el ser humano como portador de alma de origen divino. En cuanto a lo oneroso de la monarquía, últimamente se están oyendo y leyendo cómo los políticos se ponen sueldos que ofenden, insolidarios, repelentes a toda justicia, provocadores, insultantes y ofensivos. Y, ¿sabes cuáles son las regiones autonómicas donde más corrupción existe? Por este orden, Cataluña, Baleares y Anadalucía.

Mi veneración, que no es hacia reyes ni reinas, está orientada hacia Jesucristo, al que adoro, rezo y pido, como Hijo de Dios que es. Y a mi familia. Y como hacía Jesucristo, yo no impongo, propongo. Ni intento pontificar ni dar lecciones ni enseñar a nadie; lo que no impide que nos expresemos en libertad, que tratemos asuntos de este mundo y del otro, que exista discrepancia, visiones distintas, opciones diferentes. Todo, porque la vida nos enseña mucho, dentro de la consideración y del respeto.

Un abrazo de hermano en la fe.

Alter ego.

04.11.08