Sí, amigo forista, aunque su comentario no deja de tener un tono mordaz, en el mismo subyace una raíz de conocimiento.
No es sencillo acceder a la novela "El Judío Errante" de Eugenio Sue. Yo la encontré casualmente hace años en la fería del libro de cierta capital española, en un tenderete de viejo.
La novela comienza con el encuentro de dos misteriosas figuras humanas que se encuentran a ambos lados del estrecho de Behring, en las regiones limítrofes al Polo Norte. En el lado de la Siberia está el Judío Errante, y en el lado de América Herodías (mujer de Herodes Antipas y madre de Salomé, a quien hizo bailar delante del primero para que le concediera la cabeza de Juan el Bautista en una cabeza). Ambos seres soportan la misma maldición, y se perciben incluso con la separación de veinte leguas del mencionado estrecho. Cada zapato del Judío Errante tienen siete clavos que forman el dibujo de una cruz. El resto de la obra se podría considerar como un manifiesto contra la orden jesuita.
Pues sí, amigo forista, se nota que se ha leído un libro que hoy por hoy es dificilísimo de encontrar. No obstante, no hace mucho vi una edición reciente de la mexicana Editorial Porrúa (en la colección "Sepan cuantos..."); fue en la Casa del Libro de la Gran Vía de Madrid.
No olvidemos que Vicente Blasco Ibáñez hizo un plagio de esta obra en su novela "La araña negra", fuertemente hostil a la Compañía de Jesús.
El jardinero de las nubes.
No es sencillo acceder a la novela "El Judío Errante" de Eugenio Sue. Yo la encontré casualmente hace años en la fería del libro de cierta capital española, en un tenderete de viejo.
La novela comienza con el encuentro de dos misteriosas figuras humanas que se encuentran a ambos lados del estrecho de Behring, en las regiones limítrofes al Polo Norte. En el lado de la Siberia está el Judío Errante, y en el lado de América Herodías (mujer de Herodes Antipas y madre de Salomé, a quien hizo bailar delante del primero para que le concediera la cabeza de Juan el Bautista en una cabeza). Ambos seres soportan la misma maldición, y se perciben incluso con la separación de veinte leguas del mencionado estrecho. Cada zapato del Judío Errante tienen siete clavos que forman el dibujo de una cruz. El resto de la obra se podría considerar como un manifiesto contra la orden jesuita.
Pues sí, amigo forista, se nota que se ha leído un libro que hoy por hoy es dificilísimo de encontrar. No obstante, no hace mucho vi una edición reciente de la mexicana Editorial Porrúa (en la colección "Sepan cuantos..."); fue en la Casa del Libro de la Gran Vía de Madrid.
No olvidemos que Vicente Blasco Ibáñez hizo un plagio de esta obra en su novela "La araña negra", fuertemente hostil a la Compañía de Jesús.
El jardinero de las nubes.