Compramos energía a futuro

ALDEA DEL REY: ¡Ojalá pudiese entender el modo de hacer Iglesia en...

¡Ojalá pudiese entender el modo de hacer Iglesia en Aldea, tanto desde el punto de vista del pastor como el de los feligreses! Parece que allí en Aldea, amado Dios, importan más los edificios, las liturgias, las cuestiones pecuniarias, los retablos, los mantos, las vidrieras, las hermandades y las procesiones que el alma de los aldeanos, el alma que queda dentro de cada uno y que en nuestra soledad nos reúne con Dios. Acaso todo sea un sepulcro blanqueado, pero mi amor por ese pueblo me impide renegar de los actos de esa Iglesia donde se lee, aunque sea de pasada, la Palabra tuya.
Me hiciste ver, entonces, que yo tampoco era perfecto y que cada una de tus criaturas es un intérprete en la orquesta que interpreta tu Palabra. El director de orquesta puede ser un degenerado; el trompetista puede agredir a su mujer y golpear a sus hijos; el que toca el contrabajo puede tener una mentalidad perversa, etcétera. Pero ninguna de estas miserias particulares importa para que la orquesta funcione y deleite al auditorio con sus bellas interpretaciones. Así ocurre también con todos los miembros de la Iglesia, incluida la aldeana: todos, según nuestras fuerzas y capacidades, tratamos de dar vida a la Palabra de Dios, aunque algunos prefieran denominarla sentido moral.
Dejemos ya de atacarnos entre nosotros mismos. Perdonemos y seamos tolerantes. No pongan cerrojos en la Ermita para que no entre el que no quieren que entre, y que éste deje el látigo a un lado y vuelva a reunir a las ovejas que a un golpe suyo se desperdigaron.
“Amaos los unos a los otros”, en esta sentencia se resume la Ley y los Profetas.
El jardinero de las nubes.