Apreciados Aldeanos:
Mis obligaciones me hacen estar hoy en Sevilla, unas horas antes de la final de la Copa de la UEFA. No sé cuantos sevillistas habrá en el escenario de la final pero aquí en la ciudad Hispalense está llena de banderas blancas por las calles y plazas y se respira olor a victoria por doquier. Veremos si no se les atraganta.Pero lo que me llama poderosamente la atención mirando al puente de Triana es la diferencia de los dos equipos de fútbol, de las dos aficiones. Los unos porque juegan la final por dos años consecutivos- según me cuenta el señor que toma un café junto a mi- Los otros porque hicieron la proeza de ampatar ante el líder en su campo y casi salvarse.Sevilla, ya lo dice la sevillana, tiene un color especial. Su parque de Maria Luisa, bello por todas partes y en todos épocas, la Giralda (qué decir de ella). Sevilla está muy cerca de nosotros amenos de tres horas por AVE y a cuatro horas por carretera. Nos perdemos otra joya si no la conocemos. Además nos vale para escaparnos de las discusiones soporíferas de la política local que me empiezan a molestar en exceso por lo poco que nadie aporta y las soluciones tan escasas. Hasta mi próximo viaje y que gane el mejor la final.
El amigo conductor.
Mis obligaciones me hacen estar hoy en Sevilla, unas horas antes de la final de la Copa de la UEFA. No sé cuantos sevillistas habrá en el escenario de la final pero aquí en la ciudad Hispalense está llena de banderas blancas por las calles y plazas y se respira olor a victoria por doquier. Veremos si no se les atraganta.Pero lo que me llama poderosamente la atención mirando al puente de Triana es la diferencia de los dos equipos de fútbol, de las dos aficiones. Los unos porque juegan la final por dos años consecutivos- según me cuenta el señor que toma un café junto a mi- Los otros porque hicieron la proeza de ampatar ante el líder en su campo y casi salvarse.Sevilla, ya lo dice la sevillana, tiene un color especial. Su parque de Maria Luisa, bello por todas partes y en todos épocas, la Giralda (qué decir de ella). Sevilla está muy cerca de nosotros amenos de tres horas por AVE y a cuatro horas por carretera. Nos perdemos otra joya si no la conocemos. Además nos vale para escaparnos de las discusiones soporíferas de la política local que me empiezan a molestar en exceso por lo poco que nadie aporta y las soluciones tan escasas. Hasta mi próximo viaje y que gane el mejor la final.
El amigo conductor.