Jardinero del Infierno
De nuevo a tí me dirijo para decirte que las opiniones son libres y claro que la respeto pero como bien has dicho cuando surge la inteligencia en el hombre por supuesto que aparecen las primeras creencias en algo superior, por que es la naturaleza del ser humano. La gente y me refiero a cualquier cultura tiene que apoyarse en lo divino para sobrevivir dia a dia para nosotros dios para otros el sol, la luna... Que más dá! tarde o temprano todos acabamos suplicando, implorando, dios mio! Entre tanta miseria debe haber una esperanza que puede ser nuestra familia claro! pero la perosona que no la tiene ¿A que palo se agarra? ¿de donde saca fuerzas para seguir luchando? no todos tenemos la suerte de tener hijos, hermanos, padres...
«Tal es, en general, la naturaleza de los hombres: nos revolvemos indignados y furiosos contra los males de poca monta, y nos sometemos en silencio a los extremos; soportamos, no con resignación, sino estúpidamente, el peso de aquello que en un principio habíamos juzgado insoportable.»
FIGARO.
De nuevo a tí me dirijo para decirte que las opiniones son libres y claro que la respeto pero como bien has dicho cuando surge la inteligencia en el hombre por supuesto que aparecen las primeras creencias en algo superior, por que es la naturaleza del ser humano. La gente y me refiero a cualquier cultura tiene que apoyarse en lo divino para sobrevivir dia a dia para nosotros dios para otros el sol, la luna... Que más dá! tarde o temprano todos acabamos suplicando, implorando, dios mio! Entre tanta miseria debe haber una esperanza que puede ser nuestra familia claro! pero la perosona que no la tiene ¿A que palo se agarra? ¿de donde saca fuerzas para seguir luchando? no todos tenemos la suerte de tener hijos, hermanos, padres...
«Tal es, en general, la naturaleza de los hombres: nos revolvemos indignados y furiosos contra los males de poca monta, y nos sometemos en silencio a los extremos; soportamos, no con resignación, sino estúpidamente, el peso de aquello que en un principio habíamos juzgado insoportable.»
FIGARO.