Gracias por tu voz de aliento,
amigo desconocido, quien quiera que seas.
Sé que en
Aldea del Rey hay muy buena gente de las nuevas y de las viejas generaciones, pero apenas si pueden salir a flote en medio de los numerosos hipócritas que se creen el ombligo del mundo.
¡Ojalá hubiera cuajado el amor que sentía por el
pueblo cuando era
joven! Pero no puede ser así. Amo el
paisaje aldeano, pero no puedo decir lo mismo del paisanaje aldeano. ¿Qué me importa la política si yo miro antes a las personas,
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