CIUDAD REAL
El textil afronta un año crucial con la apertura del mercado mundial
El presidente provincial de los empesarios del sector, Félix Bellido, afirma que la situación es “irreversible” y apuesta por la calidad como alternativa
C. M. L. / Ciudad Real
El sector de manufacturas textiles ha iniciado un año crucial para su futuro. Desde el 1 de enero, el mercado textil mundial se ha abierto y eso significa que los grandes productores asiáticos, especialmente China, pueden introducir su ropa libremente en Europa, una ropa de menor calidad que la española, pero de un precio mucho más bajo.
La situación preocupa a los fabricantes de Ciudad Real, pero el sector lleva meses preparándose para las posibles consecuencias de esta liberalización y las empresas, amparadas por la administración regional, han constituido una Mesa en la que se abordan los problemas de una actividad obligada a tomar medidas para sobrevivir a la posible “avalancha oriental”.
El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios Textiles (APET), Félix Bellido, señala que a estas alturas del año, algo más de un mes después de la apertura comercial, “aún no han cambiado las cosas”.
La fecha del 1 de enero, en cualquier caso, “ha removido” al sector, que ha tomado cartas en el asunto. Bellido destaca la creación de la Mesa Regional del Textil auspiciada por la Consejería de Industria y Tecnología. Gracias a esta Mesa, las empresas abordan cuestiones laborales y la posibilidad de crear consorcios, entre otras.
Bellido adelanta que la Mesa ha analizado medidas a aplicar en el sector, como una mayor “flexibilización de tipo laboral”.
El dirigente empresarial subraya que Castilla-La Mancha tiene la ventaja respecto al resto de comunidades de que “ha sido la primera en crear una Mesa del Textil”, que “ha estado trabajando y tomando medidas durante los dos últimos años”.
Paz social
Otra ventaja es la “situación laboral óptima” que presenta la comunidad autónoma. A este respecto, recuerda la “paz laboral” y el entendimiento mutuo entre la administración, los empresarios y los sindicatos.
En cualquier caso, el empresario manzanareño reconoce que la apertura de los mercados va a tener consecuencias “irreversibles” y que “el sector textil se va a ver afectado”. Bellido vaticina el cierre de empresas, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo. En España, alrededor de 70.000 personas viven gracias a la actividad de este sector.
Aunque no hay recetas mágicas para asegurar la pervivencia de las empresas ante la competencia oriental, Bellido explica que la actividad textil debe basarse en la calidad, el diseño y las marcas, factores que ayudarán a la continuidad de las fábricas.
El presidente de la APET no se considera “ni optimista ni pesimista, sino realista”. Este realismo le lleva a admitir que la globalización económica “crea una nueva situación para toda la actividad manufacturera, textil o no, y nos obliga a adaptarnos”.
Así, Bellido dice que ya no va a ser posible centrar la competitividad sólo en el precio, porque los orientales “siempre los van a tener más bajos”. El buen servicio a los clientes, el diseño, etc, son las variables en las que el sector debe fijarse a partir de ahora, concluyó.
Bellido augura una disminución de la economía sumergida existente en el sector
El presidente de la APET dijo que es “innegable” que existe actividad irregular en el sector textil, lo que se conoce como “economía sumergida”.
Bellido no cree que la nueva situación comercial internacional vaya a incrementar esta actividad con el fin de que los empresarios abaraten costes y puedan competir con los productos asiáticos.
El dirigente empresarial es tajante: “Ni siquiera con la economía sumergida los productos españoles podrían ser competitivos en el precio respecto a los de Asia”.
Según Félix Bellido, la salida más provechosa para estas empresas es que se regularicen porque de este modo “podrán beneficiarse de las medidas previstas por la Mesa Regional del Textil”.
De cualquier modo, en la Mesa “estamos trabajando para reducir la economía sumergida en el sector porque no genera ningún bien a la sociedad”, señaló Bellido.
El textil afronta un año crucial con la apertura del mercado mundial
El presidente provincial de los empesarios del sector, Félix Bellido, afirma que la situación es “irreversible” y apuesta por la calidad como alternativa
C. M. L. / Ciudad Real
El sector de manufacturas textiles ha iniciado un año crucial para su futuro. Desde el 1 de enero, el mercado textil mundial se ha abierto y eso significa que los grandes productores asiáticos, especialmente China, pueden introducir su ropa libremente en Europa, una ropa de menor calidad que la española, pero de un precio mucho más bajo.
La situación preocupa a los fabricantes de Ciudad Real, pero el sector lleva meses preparándose para las posibles consecuencias de esta liberalización y las empresas, amparadas por la administración regional, han constituido una Mesa en la que se abordan los problemas de una actividad obligada a tomar medidas para sobrevivir a la posible “avalancha oriental”.
El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios Textiles (APET), Félix Bellido, señala que a estas alturas del año, algo más de un mes después de la apertura comercial, “aún no han cambiado las cosas”.
La fecha del 1 de enero, en cualquier caso, “ha removido” al sector, que ha tomado cartas en el asunto. Bellido destaca la creación de la Mesa Regional del Textil auspiciada por la Consejería de Industria y Tecnología. Gracias a esta Mesa, las empresas abordan cuestiones laborales y la posibilidad de crear consorcios, entre otras.
Bellido adelanta que la Mesa ha analizado medidas a aplicar en el sector, como una mayor “flexibilización de tipo laboral”.
El dirigente empresarial subraya que Castilla-La Mancha tiene la ventaja respecto al resto de comunidades de que “ha sido la primera en crear una Mesa del Textil”, que “ha estado trabajando y tomando medidas durante los dos últimos años”.
Paz social
Otra ventaja es la “situación laboral óptima” que presenta la comunidad autónoma. A este respecto, recuerda la “paz laboral” y el entendimiento mutuo entre la administración, los empresarios y los sindicatos.
En cualquier caso, el empresario manzanareño reconoce que la apertura de los mercados va a tener consecuencias “irreversibles” y que “el sector textil se va a ver afectado”. Bellido vaticina el cierre de empresas, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo. En España, alrededor de 70.000 personas viven gracias a la actividad de este sector.
Aunque no hay recetas mágicas para asegurar la pervivencia de las empresas ante la competencia oriental, Bellido explica que la actividad textil debe basarse en la calidad, el diseño y las marcas, factores que ayudarán a la continuidad de las fábricas.
El presidente de la APET no se considera “ni optimista ni pesimista, sino realista”. Este realismo le lleva a admitir que la globalización económica “crea una nueva situación para toda la actividad manufacturera, textil o no, y nos obliga a adaptarnos”.
Así, Bellido dice que ya no va a ser posible centrar la competitividad sólo en el precio, porque los orientales “siempre los van a tener más bajos”. El buen servicio a los clientes, el diseño, etc, son las variables en las que el sector debe fijarse a partir de ahora, concluyó.
Bellido augura una disminución de la economía sumergida existente en el sector
El presidente de la APET dijo que es “innegable” que existe actividad irregular en el sector textil, lo que se conoce como “economía sumergida”.
Bellido no cree que la nueva situación comercial internacional vaya a incrementar esta actividad con el fin de que los empresarios abaraten costes y puedan competir con los productos asiáticos.
El dirigente empresarial es tajante: “Ni siquiera con la economía sumergida los productos españoles podrían ser competitivos en el precio respecto a los de Asia”.
Según Félix Bellido, la salida más provechosa para estas empresas es que se regularicen porque de este modo “podrán beneficiarse de las medidas previstas por la Mesa Regional del Textil”.
De cualquier modo, en la Mesa “estamos trabajando para reducir la economía sumergida en el sector porque no genera ningún bien a la sociedad”, señaló Bellido.