El conocido como
castillo de Montehano es realmente una
torre medieval fortificada rodeada de una cerca de
piedra de 41x20 m. con cuatro
torreones ciegos rematando sus
esquinas y, antiguamente,
puerta ojival, declarado
monumento en 1993, que se erguía, pues hoy está completamente en
ruinas, sobre la cima del
monte Hano (186 m, junto
al
mar Cantábrico), dominando las marismas de
Santoña y
Escalante.
Fue encargado por los señores de Haro y
Vizcaya para proteger su feudo, seguramente al arquitecto Diego López de Haro el Segundo, entre 1243 y 1254. Se encuentra
abandonado desde el siglo xvi.
El enclave volvió a utilizarse como fortaleza durante la Guerra de los Treinta Años y la Guerra Civil Española, aunque probablemente también fue usado en la Guerra
de independencia. De la propia Guerra Civil quedan restos de búnkeres y trincheras cerca de la cima del monte.
Tiene la peculiaridad de ser el primer castillo en ruinas que ha conseguido la catalogación de Bien de Interés Cultural.
La torre fue construida a mediados del XIII por el Señor de Trasmiera y de Vizcaya, don Diego López de Haro II, con la finalidad de controlar el Señorio. Muchos años después, otro señor de Trasmiera, de la
Casa de Velasco, construyó la torre de Neto, para completar el dominio de la zona. En 1850 todavía conservaba un lienzo de la torre.
El fortín de galería y la trinchera se construyeron en
verano de 1937 por la República ante la amenaza para la zona que supuso la caíde de Bilbao en poder de los nacionales en junio. Las fortificaciones no se usaron en combate, pues el sector fue abandonado a causa de la rendición de los batallones vascos en el
puente de Guriezo, hecho que derrumbó el frente republicano a finales de agosto. La República no pudo volver a ofrecer resistencia hasta comienzos de septiembre en la
sierra de Cuera, ya en
Asturias.