Situado al norte de la ciudad de
Santander, se ordenó construir un fanal giratorio por Real Orden del 17 de febrero de 1833. En este mismo lugar ya existía con anterioridad un atalayón desde el que se hacían
señales a los
barcos, tanto de día (con
banderas) como de
noche (con fuego). El
faro actual fue inaugurado seis años más tarde, el 15 de agosto de 1839.
El diseño del
edificio fue inicialmente obra del capitán de navío Felipe Bauzá, aunque la versión definitiva corrió a cargo de Domingo Rojí. El conjunto consta de una
torre de planta circular revestida en
piedra. En la planta baja hay un segundo cuerpo de planta cuadrada. Su altura focal es de 91 metros sobre el nivel del
mar y de 30 metros sobre el terreno.