La subida de La Santuca no tiene tanta afluencia de gente como el día de la
fiesta, día 2 de julio. No obstante, suben bastantes vehículos para acompañarla, cargar
comida, bebida y otras cosas y transportar a todas aquellas personas mayores para las que el
camino se hace muy largo.
Aparcan estas fechas en las campas de Áliva, en el entorno de la
ermita.