CUCAYO: Cucayo, ...

Cucayo,
en el sabor de un agridulce
cansancio de una vida casi rota,
oigo tu voz con vértigos de altura.

Tierra de centenarios osos pardos
y hambrientos roquedales, la nobleza
cosida en el andar de carreteros
al trote de almadreñas, y una simple
canción de mil recuerdos ya lejanos
abriéndome otra puerta en la aventura.

De tu albarca mayor fui tu lamento;
de tu imposible sed, un proletario,
sumiso al aguardiente en las mañanas
de ese azul lebaniego y bien nutrido
que discurre alcanzar sobre las nubes
otro espacio de luz donde esconderme.

Contigo el avellano se hizo el firme
paladar de entusiasmos navideños.
Nada oculta tu voz altiva y próspera
en la simpleza de tus calles nítidas;
la lluvia se agiganta con redobles
sombríos de otro ayer que nunca muere,
y en su cadencia, ocultas, van mis lágrimas
con tu verdor, Cucayo, con tus noches
en el vals, aún despierto, de mis sueños.

Max

lebaniegomix@gmail. com