Recuerdan también las cabezas de trapo que se le hacían a "Judas". Era un pelele de trapo relleno de hierba que se colgaba delante de la iglesia y se quemaba por Semana Santa.
El cuerpo era ropa vieja rellenada de hoja de maíz (hojá), helechos y hierba para que ardiese mejor.
Se hacía también una "SIMONA" que era la versión del Judas en femenino y se colgaba junto a él.
En cierta ocasión colocaron una clavada en un rastrillo hincado en el suelo tapado con una sabana como si fuese el cuerpo de una persona y "el calabazu" la cabeza en el barrio de La Carpeza.
Cuando volvía la gente de la taberna se oían los "cuquíos" de los que escondidos en los huertos de alrededor lanzaban en la oscuridad de la noche.
Hubo quien se volvió a la taberna esa noche y otros saltaron por el cuarteron de la puerta directamente, sin esperar a abrirla ni a quitar las abarcas siquiera.
Ahora se han puesto de moda, pero para algunos no es nada nuevo por aquí ya hace tiempo que había esta costumbre.
El cuerpo era ropa vieja rellenada de hoja de maíz (hojá), helechos y hierba para que ardiese mejor.
Se hacía también una "SIMONA" que era la versión del Judas en femenino y se colgaba junto a él.
En cierta ocasión colocaron una clavada en un rastrillo hincado en el suelo tapado con una sabana como si fuese el cuerpo de una persona y "el calabazu" la cabeza en el barrio de La Carpeza.
Cuando volvía la gente de la taberna se oían los "cuquíos" de los que escondidos en los huertos de alrededor lanzaban en la oscuridad de la noche.
Hubo quien se volvió a la taberna esa noche y otros saltaron por el cuarteron de la puerta directamente, sin esperar a abrirla ni a quitar las abarcas siquiera.
Ahora se han puesto de moda, pero para algunos no es nada nuevo por aquí ya hace tiempo que había esta costumbre.