Cuenta la leyenda que el Cristo de Bielva mató a un soldado francés cuando la guerra de Independencia, sus compañeros creyeron que era un castigo de Dios y salieron huyendo. La talla del Cristo es de tamaño natural, y cuando la estaban desclavando de la cruz para saquear la iglesia, el brazo, que tiene bisagras en la axila, pudo haber caido sobre la cabeza de un soldado matándole.
No hay datos que lo corroboren, pero lo cierto es que dos dedos de su mano derecha están rotos.
Esta capilla la construyó una familia de Bielva en el siglo XIX y la donó a la Iglesia para albergar la imagen de El Cristo de los Remedio.
No hay datos que lo corroboren, pero lo cierto es que dos dedos de su mano derecha están rotos.
Esta capilla la construyó una familia de Bielva en el siglo XIX y la donó a la Iglesia para albergar la imagen de El Cristo de los Remedio.