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BIELVA: Gracias Miguel, pues sí, más de una vez presencie algún...

Muy bien Gerva, se nota que tu ruta profesional por el Pais Vasco te ha hecho arrancar fracmentos de las habituales palabras costumbristas de los de Bilbao.
Espero que el carácter bilbaino, grandilocuente y poderoso no te influya en exceso y no llegues demasiado "crecidito" a tu hogar jajajaja. Con las fotos, en cuanto colgemos "cuatro" mas "campeones". Ya se que esta no es la finalidad, pero que coña, si podemos humillamos jejejejeje y es que Bielva es muy grande, todo lo grande que nosotros queramos hacerla, por eso estamos aquí.
Gerva ya puestos a estudiar tenias que haberte dedicado a Biologo. Nadie como tu describe con tanta perfección y precisión las eventuales evacuaciones de éstos animalillos (las vacas) jajajajaja, es evidente que en mas de una ocasión has presenciado los hechos que muy bien describes jajajajaj... Besucu

Gracias Miguel, pues sí, más de una vez presencie algún salpicar en aquellas inmaculadas ropas brillantes e impolutas de los de la capital. Imagino que tú eras uno de ellos, cuando visitabas Bielva desde la capital de Castellón, o séase eras de la otra parte, de los de fina piel blanca resaltando sobre los de la curtida piel de los pueblerinos que siempre estábamos merodeando por la calle exponiendo nuestra piel a los caprichosos cambios del tiempo en sus cuatro estaciones anuales.

El viaje de trabajo por el País Vasco, fenomenal, como siempre, da gusto trabajar con gente sana y directa donde su palabra aún sigue teniendo tanto peso como lo escrito y la mantienen por encima de todo, comprometiéndose a su cumplimiento, no como en alguna otra zona que si tienen que recular, lo hacen, y como no lo tengas atado por escrito ahí te quedas con el “marrón” por fiarte de la palabra. En el País Vasco la palabra aún sigue siendo ley para ellos.

Lo de crecidito en el hogar, nada de nada, porque enseguida la señora me recuerda mis tareas domesticas y a regañadientes claudico y cumplo, por lo tanto mi orgullo de crecidito ahí lo dejo limpiando los inodoros de los baños, donde el ejercicio te baja del pedestal y te recuerda lo terrenal en la convivencia con el entorno, dejando en un rincón el poco ego que nos pueda quedar.
Besucusss paisano