Fue el último Herrero de Bielva y actualmente se le rinde homenaje con una cuidada exposición de los utensilios con los que él trabajaba en la Fragua donde tantos años desarrolló sus tareas, siendo ello posible, gracias a la generosidad de sus herederos que han cedido las instalaciones para que las Generaciones venideras puedan contemplar el entorno de tan digna artesanía.
Pepe no era un Herrero cualquiera, Pepe poseía una personalidad que calaba de inmediato en todo forastero que visitaba el pueblo, ya que al encontrarse la Herrería a la entrada del Pueblo, era casi parada obligatoria para la mayoría de los visitantes para orientarse en el pueblo por el motivo de su visita. Pepe, con esa locuacidad y “caer bien” que él innatamente poseía se ganaba de inmediato la confianza de todo forastero, quedando el visitante con buen sabor sobre el trato que el pueblo le dispensaba a través de la figura de Pepe, inconscientemente por éste saber estar contribuía a que Bielva ganase reputación y nobleza por la primera impresión recibida de aquellos visitantes que posteriormente lo comentaban en sus círculos de confianza.
Por ello Pepe era muy conocido y querido en todo el entorno de la comarca, no sólo por su calidad humana, también por la artesanía de sus trabajos que ponía el mismo entusiasmo e interés que su noble personalidad, por ello se notaba el sello irrepetible de sus acabados, resultando piezas únicas. Los que tuvimos la fortuna de verle trabajar, impresionaba con que fervor ponía al rojo vivo, manejando con destreza su fuelle, a tan rígido metal doblegándolo con su maza en el seno de su yunque y consiguiendo acabados imposibles para otros homólogos. Ahí quedan sus obras en multitud de fachadas, puertas y otras múltiples figuras. En su Herrería también disponía de éste potro donde acicalaba y ponía zapatos nuevos (herraduras) a todo tipo de animales que las usaban, siendo también muy solicitado por los ganaderos de la zona por el buen acabado de su trabajo.

(1979)

Pepe, el último “Herrero” de Bielva
Fue el último Herrero de Bielva y actualmente se le rinde homenaje con una cuidada exposición de los utensilios con los que él trabajaba en la Fragua donde tantos años desarrollo sus tareas, siendo ello posible, gracias a la generosidad de sus herederos que han cedido las instalaciones para que las Generaciones venideras puedan contemplar el entorno de tan digna artesanía.
Pepe no era un Herrero cualquiera, Pepe poseía una personalidad que calaba de inmediato...