Los cronistas de la época de la conquista, que hablan de las costumbres del pueblo canario, resaltan el arte que tenían en el manejo de palos. Que formaban parte importante de su armamento, y que igual utilizaron para defenderse de invasores, como para defender propiedades o en desafíos personales, como en los competitivos Juegos Beñesmales.
Palos que tratados especialmente para conseguir una dureza combinada con cierta flexibilidad, se convierten en armas respetables.
Se cuenta del habilidoso jugador, Doramas -destacado luchador contra los castellanos- que "...mató en combate singular al hidalgo Juan de Hoces montado sobre un caballo andaluz, atravesándole el corazón, después de haberle traspasado de parte a parte su rodela y su cota de malla" ( Fr. J. De Abreu Galindo).
Palos que tratados especialmente para conseguir una dureza combinada con cierta flexibilidad, se convierten en armas respetables.
Se cuenta del habilidoso jugador, Doramas -destacado luchador contra los castellanos- que "...mató en combate singular al hidalgo Juan de Hoces montado sobre un caballo andaluz, atravesándole el corazón, después de haberle traspasado de parte a parte su rodela y su cota de malla" ( Fr. J. De Abreu Galindo).