Fuente de Santo Domingo, SANTA CRUZ DE TENERIFE

La emigración a América: La amenaza del hambre y la promesa de una vida mejor para los suyos marcan la historia de aquellos canarios que, desde el siglo XVIII, se vieron obligados a buscar un futuro más prometedor en el continente americano. Ya en 1726 un grupo de familias isleñas fundaron Montevideo y, poco después, otros canarios llegaron a fundar San Antonio, en Texas. Los puertos canarios han sido tradicionalmente el enlace entre Europa y América, lo que propició que desde las islas siempre se mirara con esperanza hacia el Nuevo Continente. La inmigración, tanto legal como clandestina, continuó hasta los años sesenta del siglo XX, teniendo como destinos principales Venezuela, también conocida cariñosamente como “la octava isla”, y Cuba. Muchos países latinoamericanos necesitaban mano de obra agrícola para poblar regiones vírgenes, aunque en Cuba el interés principal fue el de sustituir a los esclavos por asalariados de procedencia europea. La creencia que se tenía en las islas Canarias de que los amigos y familiares que habían emigrado estaban enriqueciéndose y que volverían convertidos en “indianos ricos” fue un importante catalizador de estos movimientos migratorios.
(17 de Julio de 2019)