Banco de España, SANTA CRUZ DE TENERIFE

Las Islas Canarias están presentes, desde siempre, en la leyenda, como aquellas tierras míticas que se encontraban más allá de Las Columnas de Hércules, del estrecho de Gibraltar, camino del Mar Tenebroso. Aquí situaron muchos autores clásicos el Paraíso, los Campos Eliseos o el Jardín de las Hespérides, aunque uno de los primeros testimonios fiables sobre las Islas se lo debemos a Plinio, en el siglo I. Cuando los conquistadores españoles llegaron a Tenerife, la Isla estaba repartida en nueve pequeños reinos o menceyatos: Taoro, Abona, Güímar, Anaga, Tegueste, Tacoronte, Icod, Daute y Adeje, al mando cada uno de un mencey, a quien asesoraba una asamblea de ancianos que se reunía en el tagoror. Los guanches, moradores prehispánicos de Tenerife, vestían con pieles y no hay constancia documentada de que dominasen el arte de la navegación pero sí de las batallas que libraban entre los distintos menceyatos y, posteriormente, entre estos y los conquistadores.
(17 de Julio de 2019)