Después de muchos años de preguntas, al fin acabo de saber que mi abuelo, que se llamó Manuel Garcés
León, salió un día de ese maravilloso
pueblo para fundar
casa y
familia en
Cuba; no vino solo, con él estaba su hermano Esteban; los dos se casaron en este país y tuvieron numerosa prole, a quiénes enseñaron el valor del trabajo y de la virtud, ninguno de sus muchos descendientes los desfraudó.
Siento una emoción muy grande al escribir esta carta que no sé si llegará, siento que algo sucede en mí
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