Confesionario de la capilla de los Dolores, ICOD DE LOS VINOS

EL PANTEON DE LOS MENCEYES GUANCHES DE ICODEN. Éstas estaban conectadas por pasillos bajos, de unos dos o tres pies de alto, por los que tuvimos que andar a gatas, teniendo mucho cuidado de no golpearnos la cabeza. Había algunas estalactitas, y unos huesos ya que es una famosa cueva funeraria guanche. De todas las cosas que se dicen sobre este cementerio subterráneo, lo más veraz es que tiene 11.000 pies de largo. La tradición asegura que la cueva llega hasta la Cueva del Hielo en el Pico y también que un brazo desciende hasta el mar. Cuando fue descubierta, algunas de las galerías estaban llenas de momias. De repente vimos una luz y llegamos a una abertura baja, que daba a un precipicio, cuya boca estaba cubierta de vegetación. Una pequeña y atractiva ensenada y una embarcación sobre las aguas azules enmarcados por el verdor formaban un cuadro encantador. Mientras estábamos tumbados, obligados por el bajo techo, contemplándolo, nos imaginamos cómo los guanches también debieron haber estado tumbados aquí observando a los extranjeros que navegaron alrededor de su isla, penetraron en la cala y desembarcaron. Cómo debieron haber temblado por sus esposas e hijos pequeños y cómo, dejándolos escondidos en esta cueva observando la contienda, tuvieron que salir para obligar a los merodeadores a abandonar sus costas.
(10 de Julio de 2019)