Allí comienza el parque natural Punta del Teno, de sorprendentes atardeceres cuando el sol hace brillar las aguas estrelladas contra los acantilados y éstos se tiñen de rojo. Desde el llamado mirador de la Monja se contempla la mejor vista, así como pequeñas playas sólo accesibles por mar. La carretera bordea el abismo y, poco más allá, termina el asfalto, en el faro de Teno, punto de partida para numerosas excursiones. Una de las más hermosas se dirige al cercano barranco de Masca, con el pequeño pueblo que lleva su nombre, sobresaliendo como una mancha blanca en medio de la montaña. Hay pequeñas aldeas como Teno Alto, donde fabrican buen queso, y cultivos en terrazas. Abundan los viñedos y, últimamente, los invernaderos donde se cultivan frutas tropicales como la papaya. Otra forma de contemplar los sorprendentes paisajes de Punta de Teno es por mar. Hay barcos que salen desde el puerto deportivo de Los Gigantes (cerca de Santiago del Teide) y recalan en la playa de Masca, para hacer recorridos a pie. También se podría alquilar una embarcación de pesca en Puerto de Santiago.
(11 de Julio de 2019)