Soy mahonesa de nacimiento y por circunstancias de la vida, tuve que emigrar a la península. Y ahora sé qué se siente cando se está lejos de casa. Llevo 13 años fuera de la isla y, aunque sé que ella sigue allí, de vez en cuando tengo que regresar para comprobar que sigue existiendo ese pequeño paraíso en medio del Mediterráneo. Con sus playas y calas dónde espero que nunca llegue la civilización, en las que puedes perderte, cerrar los ojos y dejarte llevar por el sonido del mar. Y ver atardecer ... (ver texto completo)