Se barajan tres teorías sobre la edificación de sus tres naves y
ábsides. La primera, que ha quedado obsoleta y que ya nadie defiende, es que, tal y como la conocemos actualmente, responde al plan original del proyecto de la obra. La segunda teoría expuesta en el siglo XX por el arquitecto Guillem Forteza y basada en indicios a partir de la misma construcción, afirma, que originalmente debía tener una única nave con la misma anchura que la
capilla Real, y que por lo tanto, la nave debía de continuar hasta el
campanario con la misma altura y estructura que la capilla.