Aunque no es común que los reyes abran el
palacio al público durante estas visitas, la cercanía a la
Catedral de Palma y la Lonja de Palma lo convierte en un punto neurálgico para las actividades oficiales. Además, durante todo el año, se celebran
exposiciones temporales y eventos culturales en el palacio, lo que ofrece una excusa perfecta para repetir la visita y descubrir nuevas facetas de este emblemático lugar.