Es un
salón de aspecto solemne y de grandes dimensiones, siendo el más importante del
Palacio de La Almudaina. Fue construido en tiempo de Jaime II y desde entonces se ha utilizado para celebrar grandes festividades y recibimiento de embajadores, fue reformado en tiempos de Felipe II. El Palacio de la Almudaina pareciera competir contra la
Catedral de
Mallorca por el protagonismo absoluto en la
fachada de la
bahía de Palma. Las dos tienen su
arte, sus historias y sus leyendas. Hoy nos centramos en la primera.