En esa transformación, además de construirse una
capilla cristiana (acción que simbolizaba el nuevo “dominio” espiritual del territorio insular), el
edificio adoptó el lenguaje constructivo del
gótico levantino. No obstante, también pervivieron en el mismo algunos motivos ornamentales árabes, como se puede apreciar, por ejemplo, en la techumbre correspondiente al antiguo
paseo de ronda de la alcazaba, la cual está ejecutada en carpintería blanca y negra.