En el inicio de la
calle Palau, encontramos el Consell Insular de
Mallorca,
edificio de
fachada neogótica construido en 1882 para albergar la Diputación provincial. Desde 1381 y hasta mediados del siglo XIX se encontraba en este lugar la prisión de la ciudad, donde ni siquiera faltaba sala de torturas. El arquitecto inicial del proyecto fue Joaquín Pavía Birmingham y acabó la construcción Joan Guasp en 1885.