Han trascurrido 40 años y varios cambios de propiedad desde entonces, sin que el recinto haya conseguido la rentabilidad esperada. La actual propietaria, la sociedad Domus de
Mallorca, próxima al empresario inmobiliario alemán Matthias Kühn, pretende relanzar el complejo, aunque su gestión ha sido discutida tanto por los comerciantes como por vecinos del
barrio de Son Espanyolet.