La ciudad de
Segovia, con su imponente
acueducto romano y su rica
historia, alberga un
edificio que evoca un pasado de justicia y castigo: la Real Cárcel de Segovia. Esta antigua prisión, construida en el siglo XVI, ha sido testigo de la evolución del sistema penitenciario español, desde su función original como centro de reclusión hasta su transformación en un
museo que conserva la memoria de un pasado complejo.