La alberca juega un papel importantísimo en la definición arquitectónica y estética del lugar pues, con su lámina de
agua, que actúa como un
espejo, refleja las estructuras dándoles una proyección geométrica que rompe la excesiva horizontalidad del espacio. El
patio siempre estuvo pavimentado con grandes losas de mármol blanco, aunque a finales del siglo XVI consta que se amplió su solería por lo que originalmente pudo estar reducida a unos andenes.