Todo este espacio está aireado e iluminado cenitalmente por una linterna central, muy frecuente en la
arquitectura nazarí. Los elementos decorativos de la sala,
fuente, pavimentos,
columnas, alicatados y yeserías son en gran parte originales, aunque techos y yeserías fueron reparados y repintados con vivos
colores en la segunda mitad del siglo XIX. Las
puertas que flanquean a las camas forman parte de la estructura original del baño: además de la de acceso, su paralela abre a un almacén de servicio; las fronteras conducen a una letrina emplazada tras la alcoba, y a las cámaras de vapor del baño.