Entre las singularidades de la
arquitectura islámica que se conservan en la Alhambra destaca especialmente el hammam: el baño de Comares, llamado hasta no hace mucho tiempo Baño Real por haberlo reservado para su uso particular los Reyes Católicos. Hoy sabemos que cada
palacio de la Alhambra disponía de su propio hammam, pero éste es el único baño
medieval islámico que se ha conservado prácticamente íntegro en Occidente. Tomado por la cultura islámica de las
termas romanas, pronto se convirtió en un elemento fundamental del mundo musulmán.