Dalt Vila es un lugar bonito y tranquilo para pasear, también hay algunos lugares en los que reponer fuerzas.

Pequeño muelle para viajeros donde el trajín es constante.

Todos los domingos hay una especie de fiesta de los tambores, coincidiendo con la puesta de sol, al parecer todo empezó en la luna llena del mes de agosto, extendiéndose después a todos los domingos del año. A esta fiesta, a la que acuden muchos curiosos y gentes con ganas de tocar el tambor y fiesta, se le añadieron los vendedores ambulantes que hoy conforman un mercadillo de bisutería, ropa, calzado y otras cosas; además de dos restaurantes y parking de pago. El caso es que la fiesta en cuestión ... (ver texto completo)

¿Pero el pueblo donde está?

Próxima al aeropuerto y a la ciudad de Ibiza; es un lugar concurrido, sobre todo, los domingos.

Bonito espectáculo de la Naturaleza que a nadie deja indiferente.

Arenales y agua en la que pasar los calores veraniegos; también, para disfrutar en los días soleados de la primavera y el otoño.

Para llegar a estos lugares, además del coche, hay que estar dispuesto a caminar.

El ocio en la playa es distinto al de la montaña.

La blancura, una característica en el color de las construcciones más antiguas de la isla.

Zona de recorrido de bares y pequeños comercios; pero donde es difícil encontrar alojamiento para esos trabajadores que atienden a los turistas.

Este modesto embarcadero es el lugar de salida o llegada en ferry a este lugar de la costa ibicenca para quienes llegan o quieren ir a Santa Eulalia, Ibiza o Formentera.

Es un lugar tranquilo, casi intacto al que todavía no han llegado las construcciones hoteleras o de apartamentos. Esperemos que los especuladores destructores de la naturaleza no aparezcan nunca por el lugar.

Playa, donde calidad del agua y arena tienen importancia, pero la vista que se nos ofrece es espectacular.

Las tareas para dejar o recoger viajeros en el modesto muelle se realizan con rapidez y pericia.