VIEGO: Amigos, desconocidos......

Amigos, desconocidos...
Manuel: Refugiado del agobiante calor, que descarga su furia sobre Toledo.; me coloco delante del ordenador, con el ánimo de tejer "mi historia".
PARIS AÑO 65: Yo había sufrido meses antes, ubn grave accidente, del que afortunadamente me recuperé. Como sabes bien Manuel, entre los españoles, en esa ciudad, habbia solidaridad... Acaba de salir del hospital... no era una Navidad cualquiera...
QUISE ESTAR SOLO, PERO AL FINAL NO LO ESTUVE...

Anduve aquel día, frío triste, humedo y triste, desgranando recuerdos, despues de una noche, larga, pasada en "un bistrot"donde había actuaciones de distintos paises sudamericanos: Calle "Monsiur le Prince" no recuerdo el numero. despue´s de caminar por las grades avenidas; tomé el metro hasta ", con el ánimo "Boulogne Billancourt", con el ánimo de pasar la noche de Navidad en solitario, dentro de mi modesta "chambre"... A mi llegada a "le pont de "Saint Cloud", cruce unos almacenes, para comprar algo para cenar...
Ya anochecía cuando en medio de la lluvia fría, cruzé dicho puente. De algunos de los barcos en su ribera Sur,, llegaba hasta mis oidos, una de las canciones de "Gilbert Becout".
La fina lluvia empapaba, los árboles empapaba, los árboles desnudos, y estos a su vez dejaban caer grusas gotas sobre la las aceras. Frente a mi unos almacenes. En su entrada, un Arbolbol gigantesco de Navidad, lucía sus luces de colores, que se reflejaban sobre el "Seine"... repitiendo sus guiños... las gentes caminaban de prisa. Yo lentamente... Junto al arbol había una mujen acurrucada, pidiendo limosna... NOCHE DE AMOR Y PAZ: me habían enseñado de muy niño y precisamente, cuando en mi patria no la había... ¿Cuantas NOCHES DE PAZ... hay, para los aue está obligados a pedir limosna? Me pregunté mientras vi como del regazo de aquella madre acurrucada en arapos, asomaban las manos de un niño... La mujer me miró con desconfianza. Me dirigi a los almacenes, mientras pensaba y pensaba...
A mi altura me llamó la atención, una pareja joven que discutían sobre el juguete que convenía al hijo... al final prevaleció la opinión de la mujer y se perdieron entre la gente disgutiendo.
-Un juguete igual al que la señora, acaba de comprar
-"Le voila monsieur"- dijo mientras lo colocaba cerca de mi.
Las gentes se atropellabna a la salida; cargados de paquetes."El Seine", reflejaba, vaivenes en sus aguas que semejaban querer borrar las luces... esconderlas.
La mujer permanecía en la misma postura. Esta vez, me miró con cierta extrañeza, y supe que... aún sabía sonrreir, cuando depositando en sua manos el juguete, dijo: "Meci monsieur". La cabeza de un niño se asomó, a la noche con una sonrrisa. No dije nada y me marché, sin dejar de pensar, en aquel niño y en que yo lo fuí...
Llegué hasta mi domicilio... Abri la ventana. La niebla había cubierto Las Riberas del "Seine"Y entonces me dí cuenta de que no había hecho compra alguna...! No importa!-Me dije- En el bar de abajo, algo se cantaba en español...
Valencianos. Gallegos. Cántabros. y... Un asturiano de Llanes; fueron mi familia aquella noche.
LIBERTAD.


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